viernes, 1 de junio de 2007

Todo tiene un porqué...


Trastorno Obsesivo Compulsivo. Este es el título del especial temático que ha ocupado el tiempo de mis últimas semanas. El bochorno de este verano indeciso y el calor que todo ordenador desprende a modo de protesta cuando abusas de sus servicios no han ayudado mucho al estado de cuerpo y mente que -como a todos, imagino- me acompaña en esta época de pre-exámenes (buen momento para entregarse a un trabajo, desde luego). Pero ¡ya tengo el resultado!... y creo que no está nada mal.

Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) pretende reflejar el día a día de más de un 2,5% de la población española. ¿Qué por qué el TOC? Pues porque hasta el año pasado yo sólo usaba esas siglas para simular el sonido de unos nudillos contra la puerta como comienzo de algún chiste, seguramente bastante malo. En mayo hizo un año que, por casualidades de la vida que no viene a cuento explicar, este tema cayó en mis manos para elaborar un reportaje de la asignatura Relato Informativo II. Al principio piensas “Un poco denso, quizás… Esas explicaciones científicas para decir que alguien está como una regadera”. Pero cuando empiezas a empaparte, a hablar con gente, a leer historias, vivencias… te das cuenta de que ni esas personas están locas ni tú tan cuerdo como creías.

Vosotros, los que podáis estar leyendo este post, ¿no tenéis ninguna manía inexplicable? Antes de empezar a escribir el reportaje les hice esta misma pregunta a algunas personas de mi clase, como tema para un posible despiece. “Yo no puedo ver que el rollo de papel higiénico cuelga hacia dentro en vez de hacia fuera”. “Yo tengo que ir andando siempre por la derecha”. “Yo no puedo dejar que nadie use mi toalla de la cara”… Manías, rituales, vicios… Nadie se salva.

Por eso creo que puede ser interesante mi especial sobre el TOC. No digo con esto que si procuras no beber directamente de la botella de coca cola en los bares o te da por no pisar las juntas de los baldosines en la calle tengas que ir corriendo al psiquiatra… Pero si hay una cosa que me han repetido hasta la saciedad en esta carrera es eso que se llama “contrastar fuentes”. Y visto lo visto (Beckham y su obsesión por el orden, Jack Nicholson y su Oscar en Mejor Imposible…) sería interesante saber qué es el TOC en su versión cotidiana, lejos de la excentricidad de los famosos y los giros de una película made in Hollywood.

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